Hay varias razones por las que las personas gustan de ducharse con el agua muy caliente: ayuda a una mejor relajación de los músculos, además que facilita un buen proceso de exfoliación en la piel, y quizás también porque somos demasiado friolentos.
El hecho es que cada vez que hacemos esto, lo más común es que el espejo de baño termine empañado con el vapor que se genera por el ambiente cálido en la habitación, y por tener cerradas las puertas y ventanas.
Ello no solamente ocurre en el baño, pues hay casos en los que otros espejos de la casa también se empañan debido al ambiente cargado que se genera por una u otra razón. Sea por el calor que se genera en la cocina y que se desplaza hacia las otras habitaciones, o simplemente porque tenemos todo cerrado y el ambiente se carga de nuestro propio humor, lo que lleva a que tengamos los espejos con el vapor característico sobre ellos.
Para evitar que tus espejos se empañen, solamente bastará con que tengas un paño limpio, un frasco con alcohol y un poco de tiza en polvo. Lo primero que hay que hacer es tener completamente limpio el espejo, eliminando todo rastro de polvo o de grasa de él. Luego de esto, mezcla en un recipiente algo de la tiza en polvo con un poco de alcohol, hasta que se produzca una mezcla espesa y que tenga consistencia.
Toma el paño limpio, frota la mezcla sobre el espejo y deja que esta se quede sobre la superficie durante treinta minutos. Pasado ese tiempo, limpiar todo el espejo con otro paño húmedo. A partir de ahora te darás cuenta que luego de bañarte, el vapor afectará muy poco al espejo, pues inmediatamente regresará a su aspecto natural.
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